La prevención de las enfermedades es el principal objetivo que debe tener un médico de familia. Y si hablamos de una enfermedad que afecta a más de tres millones y medio de niños menores de 5 años en la Unión Europea, es necesario utilizar todas las herramientas que se ponen a nuestro alcance para paliarla.
• El Rotavirus es un virus altamente contagioso.
• La infección por Rotavirus es universal y no se conocen grupos de riesgo para las formas graves de gastroenteritis por Rotavirus.
• La GEA por Rotavirus no se puede evitar con medidas higiénicas: lavado de manos, cuidado en la preparación de la leche, etc.
• No hay forma de predecir la evolución, y no se puede saber de antemano qué niños con infección por Rotavirus padecerán un cuadro leve o grave.
• En los niños pequeños, la principal complicación es la deshidratación, cuyo riesgo es tanto mayor cuando más pequeño sea el niño y cuanto más intensa sea la diarrea aguda.
• Además, la gastroenteritis por Rotavirus en la infancia presenta una importante carga emocional y práctica sobre los padres del niño afectado, causando preocupación, angustia y trastorno de sus actividades cotidianas.
• La prevención de esta enfermedad, a través de la vacunación profiláctica, mejorará la calidad de vida no sólo de los niños, sino también de sus familias.
• La OMS recomienda la inclusión de la vacunación frente a Rotavirus en los programas de inmunización, y la Asociación Española de Pediatría (AEP) considera que la vacunación frente al Rotavirus es una medida de salud recomendable y segura para todos los lactantes.
CUÁNDO ADMINISTRAR LA VACUNA
La primera dosis se puede administrar a partir de la sexta semana de vida y no más tarde de la semana 12. Se recomienda que la pauta de vacunación de tres dosis se complete a las 20-22 semanas de edad. Si es necesario, la tercera dosis (la última) se puede administrar hasta las 32 semanas de edad. Debe haber un intervalo de, al menos, 4 semanas entre dosis